domingo, 27 de octubre de 2013

Nunca limites tu agradecimiento

Los seres humanos nos empeñamos en hacer la vida más complicada de lo que en realidad es. Nos pasamos los días criticando al otro por lo que hace o dice, preocupándonos por problemas del primer mundo como: "mi hermanito se gastó el agua caliente esta mañana", o "mi equipo de fútbol acaba de perder un partido importante"... Sino, estamos constantemente viendo el lado negativo de TODO, como si aquél viejo dicho de ver el vaso medio lleno fuera simplemente IMPOSIBLE. **Si no conocen el dicho, quizás conocen la canción de Alejandro Sanz al respecto** (dato curioso).

Al nacer venezolano(a), uno viene como con esta cuestión en las venas de acostumbrarse a las crisis, reírse de los pesares y echar un chiste acerca de nuestras desgracias. Y sí, a veces esas cosas que tanto nos caracterizan son bien criticables, especialmente cuando vivimos en un país que se desmorona a pedazos. ¿Pero, saben qué? Si bien no hacemos nada aguantando y riéndonos de lo que nos pasa, tampoco hacemos nada destrozando día y noche no solo a nuestro país, sino a la gente que nos disgusta por alguna u otra razón, o a las cosas desafortunadas que nos ocurren.

Un consejo...
Hoy quiero invitarlos a ustedes mis lectores (que si bien no son muchos, son fieles y muy queridos por acá), a que se detengan un minuto a pensar cuándo fue la última vez que en vez de mentarle la madre al motorizado que casi los choca, tratar mal a la cajera del automercado porque es lenta, o pensar en mil maneras de morir mientras esperan en el banco... ¿Cuándo fue la última vez que, en vez de esto, simplemente dijeron GRACIAS? ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste AGRADECIDO(A)? **OJO, se los pregunto sin aras de ponerme evangélica ni mucho menos**

Hoy, 27 de octubre de 2013, yo quiero dar GRACIAS por mi salud, que se ha comportado decentemente desde mi último colapso por piedras en el riñón; por mi familia, que siempre me ha apoyado incondicionalmente, especialmente durante este año lleno de cambios y crecimiento; por mis amigos, esa familia que escogí para disfrutar, inventar, reír y llorar; por mi pareja, mi roca y mi fuerza en todo momento, quien me ha dado todos los días una razón para seguir luchando; por las oportunidades que se me han presentado hasta ahora, y por las que sé que seguiré trabajando y construyendo. Por esto y mucho más, me siento bendecida y agradecida.

Ellos están muy claros

Es increíble la cantidad de tiempo que gastamos en energías negativas, en hablar y pensar en lo que nos hace miserables o desafortunados. Pero, ¿y qué pasa con aquello que nos ha llevado a estar donde estamos? ¿Qué pasa con esas personas que han estado allí para motivarnos y hacernos mejores día a día? ¿Qué pasa con esos momentos especiales que sólo se viven una vez? ¿Nos hemos detenido lo suficiente para AGRADECER

No, no lo creo. Nunca es suficiente. 

Tenemos que dejar de limitar nuestro agradecimiento. No nos hace más débiles o menos preocupados el sentirnos agradecidos por lo que tenemos a nivel personal, material, laboral, emocional o espiritual... Por todo lo que nos hace quienes somos en el presente y lo que nos mueve hacia adelante. Todo lo contrario, nos hace personas más conscientes, nos hace valorarnos a nosotros mismos y a lo que nos rodea, y nos permite darnos cuenta de que realmente somos muy afortunados.   

Seriously, it would be! 
*if you haven't watched this movie, go watch it*

Así que cuéntame, ¿por qué darías tú las GRACIAS? 


¡Hasta los próximos caracteres, pequeños!
Good night and good luck!

*Nita.


No hay comentarios:

Publicar un comentario